La infestación de los bosques de pino por el gorgojo descortezador (Dendroctonus frontalis), se ha convertido en un problema cíclico que afecta directa o indirectamente a todos los hondureños, al reducir la cantidad y calidad de los bosques, afectando la producción de oxígeno, captura de carbono, belleza escénica; sin dejar de considerar las repercusiones económicas, sociales y culturales que esto conlleva.